Aumento a la tortilla: Libre mercado y transferencias
- Victor Chora
- 2 abr 2018
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Una alternativa sería dejar que el mercado determine el precio de la tortilla, junto con transferencias de ingreso a los más pobres, que les permita pagar precios mayores.
El precio de la tortilla se elevó considerablemente, afectando la economía familiar de millones de familias mexicanas. Ésa es una verdad insoslayable y a partir de la cual el Gobierno debe tomar decisiones. Dada la situación actual de México, ya se vio que los crecientes precios de la tortilla son fuente de un profundo resentimiento social, y resentimientos profundos son los que propician con mayor facilidad las intervenciones por parte del Gobierno.
Del análisis de la situación se desprenden al menos tres interrogantes principales: ¿Cuáles son los factores que originaron el incremento de los precios? ¿Se lo dejamos todo al mercado o se justifica la intervención por parte del Gobierno para contener el aumento de precios? Si se justifica la intervención, ¿hasta qué punto y de qué manera? En cuanto a la primer interrogante no abundaré mucho, pues- to que casi todo se ha dicho. Existen factores externos e internos. Por un lado, el precio internacional del maíz se elevó por la reducción de los inventarios y por una mayor demanda del principal productor y exportador de maíz, EU, para elaborar etanol, el cual está siendo utilizado como combustible alternativo. En cuanto a los factores internos, se menciona la restricción intencional de la oferta que, dicho sea de pa- so, sería una situación grave que podría ser sancionada.
En relación a la segunda y tercera interrogantes, mientras que algunos sectores pugnan por la libre de- terminación del precio, otros proponen que el Gobierno haga valer sus facultades para implementar con- troles de precios y/o subsidios.
¿Son justificados los controles de precios en productos de consumo básico como las tortillas? Muchos pensarían que sí, después de to- do, las familias más pobres podrían no ser capaces de pagar los precios más altos y enfrentar incluso hambre, algo inaceptable.
Sin embargo, un control de precios beneficiaría tanto a quienes pueden pagar precios más altos como a los que no. Asimismo, los controles de precios desalientan los incrementos en la producción y la im- portación del bien escaso. Quizás una alternativa mejor sería dejar que el mercado determine el precio de la tortilla, junto con transferencias de ingreso a los más pobres, lo que les permitiría pagar los mayores precios de mercado que enfrentarían.
Entonces, si la propuesta es libre mercado e intervención del Gobierno, vía transferencias de ingreso a los más pobres, ¿qué acciones se han tomado realmente? El Gobierno federal ya anunció las medidas: un incremento en los cupos de importación de maíz libres de arancel y, más recientemente, un pacto para estabilizar el precio de la tortilla en 8.50 pesos por kilo. Para que los expendedores de tortilla puedan garantizar este precio, los productores de maíz recibirían 3 mil 500 pesos por tonelada, y es aquí donde aparentemente, existe una inconsistencia.
De acuerdo con lo expresado por la Confederación Nacional de Productores de Maíz, el precio de la tonelada se estaba vendiendo antes de la crisis en 2 mil 100 pesos, lo que permitía un precio de la tortilla de alrededor de 6 pesos el kilo. Hoy, la tonelada se vende a 3 mil 800 pesos y la tortilla a 11 pesos. Lo anterior ha- ce sentido y significa que para ven- der la tortilla a 8.50 pesos, la tonelada de maíz debería costar alrededor de 2 mil 900 pesos y no los 3 mil 500 que ya se dijeron. De ser así, esto se traduciría en una ganancia para los productores del 19 por ciento.
Si la producción nacional de maíz son 22 millones de toneladas, y si además se importan otros 7 millones, suponiendo que sólo la mitad se destine a la fabricación de tortillas, se tiene que el monto exceden- te que recibirían los productores asciende a casi 8 mil 200 millones de pesos en un año.
¿A cuánto equivalen esos recursos excedentes? El apoyo alimentario mensual por familia del programa Oportunidades es de 170 pesos. Si el número de familias que lo reciben son alrededor de 4.7 millones, el monto anual de los apoyos alimentarios es cercano a los 9 mil 600 millones de pesos. Los recursos excedentes que recibirían los productores permitirían incrementar los apoyos mensuales de Oportunidades en un 85 por ciento, lo que equivaldría a
“subsidiar” un kilo de tortillas diario para cada familia afiliada, sin distorsionar el mercado. Además, el incremento en el precio de la tortilla no sólo afecta a familias pobres en el me- dio rural, también en el urbano.
La obligación del Gobierno es apoyar a los miembros más pobres de la sociedad, para quienes el aumento en el precio de la tortilla sí representa un verdadero problema. Mientras no seamos un país que provea las mismas oportunidades para todos, algo se tiene que hacer para incrementar el nivel de vida de los más pobres, no para reducirlo.
Victor Chora
Maestro en Políticas Públicas
Publicado en el periódico EL NORTE el 21 de enero de 2007




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